Menta y albahaca
Mi pueblo
y sus veredas de ladrillos flojos
trastabillo
de pasos descuidados
calles de tierra y yuyos
holladas de pezuñas
caminos que transitan destinos siempre iguales
niños
chapoteando escondidas
pies descalzos en la Rayuela
(no hace falta calzado para llegar al cielo)
y allá lejos
la sombra bamboleante de algún borracho
peleándole al apero de su matungo
la noche
y con ella
el mate cocido y el pan casero
susurro entre las sábanas
y el ramito de lavanda bajo la almohada
una guitarra
monta la brisa fresca
serenata enamorada
aleteando el sueño de alguna niña
calles
llorando polvo
tras el tumbero
que lleva lento al abuelo viejo
(primer misterio no develado)
¡Silencio!
(los niños no entienden)
callecita escondida
en ese ajedrez pretencioso
donde el hambre iguala
peones y reyes
y yo aquí de espaldas al barro
caldera el pecho
Menta y albahaca
2 comentarios:
LIlia que hermosura de poema,
esa ternura de pueblo, en tus palabras, recorro esas calles disfrutando de Albahaca y Menta
Besossss Jóse
MENTA Y ALBAHACA, BUENÍSMO, FELICITACIONES
UN ABRAZO
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