-¡Yo mío, me estoy descomponiendo! -exclamó Dios, extremadamente fastidiado-¡Basta de hurgarte la nariz, por favor!
Contra su voluntad, Adán dejó de hacerlo y siguió en lo suyo, es decir, no haciendo absolutamente nada.
Dicen que ese rato chabacano decretó el origen del aburrimiento.
A seis pasos de taco alto y fuera del contexto paradisíaco, Eva podaba las rosas y las cosas y, habiendo presenciado y gozado en demasía, el reto de Dios a Adán, comenzó a silbar imitando a la calandria cuando anda en celo.
Al toque, haciendo "fich fuch fach", Dios inventó la granada de mano...
Juan Carlos: mucha originalidad en el relato. Final machista? Te saluda, Laura Beatriz Chiesa.
ResponderEliminarBueno Juanca, muy bueno tu mitoi. Me pregunto ¿vos no hubieras inventado la granada de esa manera, no?Besos
ResponderEliminarmuy gracioso tu mitoi
ResponderEliminarun beso alicia
juanca muy bueno y medio machista ja ja
ResponderEliminarVivi y Tato, hola y gracias por comentar otro hecho en Juanca. Alegrome que les haya gustado.
ResponderEliminarVivi:nones, yo no soy mago ni Dios, pero si conozco gente que podría venderme una granada en 2' jaja.
Abrazo y nos vemos el miercodich que nos espera...
Juanca.
Final anunciado?... humor con inteligencia y en construcción. Se agradece siempre por acá Maestro.
ResponderEliminarGran abrazo.
Final cantado y soy mano, querido cumpa :O)
ResponderEliminarGracias por comentar el mitoi y abrazote; cuidate mucho (usté es patrimonio universal, eh).
Juanca.