miércoles, 23 de septiembre de 2009

Julia Díaz-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2009



Un cuento para jóvenes: El regreso



La noche era apacible, casi cálida, unos troncos secos, me servían de respaldo y el mar allí, incansable, invitándome a partir o por lo menos a

Imaginarme lejos y ajena a la incertidumbre que me rodea.

Recordé la mañana sombría, la pelea por el dinero que no alcanza y tu portazo gritándome: chau, me voy.

Te fuiste con una indiferencia que me heló. Yo no te seguí. No dije nada.

Me arremoliné sobre el sillón y rompí a llorar. Vano intento de hacer surgir monedas de mis ojos y solucionar así el problema que nos separaba. Una túnica gris cubría mi cuerpo y también mi alma.

Mi mente desgranó despacio mis pensamientos: Dos sueldos pequeños, el tuyo y el mío, inversamente proporcionales al gran amor que nos llevó a vivir a esta costa agreste y plana con el mar como reflejo de esa inmensidad.

Te esperé toda la tarde. Estuve haciendo cuentas sin parar: Dos más dos son cuatro menos uno tres. Tres menos un deseo prescindible son dos y dos somos y yo. No, en realidad somos tres. Tú, yo y el amor que nos trajo aquí, alejados del mundo y de tanto desear tener cosas.

Pero en el camino lo olvidamos o quizás lo perdimos y así estamos: yo mirando el mar, lejos y el amor navegando rumbo al horizonte para que se lo devore un tiburón.

Me abrazo para no sentirme sola y hundo mi cabeza sobre mis piernas, tiemblo. La noche se vuelve oscura.

Entonces siento tus manos sobre mi pelo, levanto mis ojos y sobre una barca fantástica veo regresar nuestro amor.

Dos más dos son cuatro. Y cuatro deben alcanzarnos o debemos cortarlos por la mitad y que sean ocho, pero juntos.

Te abrazo con fuerza. Me abrazas como siempre. ¿Lo intentamos nuevamente? SÍ. ¿Lo lograremos?



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Julia:este cuento tiene la incógnita de las relaciones humanas. Los finales son tan inciertos,como el mismo sentimiento
que -en principio- parece indestructible. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

Anónimo dijo...

Que tal Julia!!!

Hermoso cuento, conflictos cotidianos que lastima a la pareja, pero hay una ventana de esperanza, y eso está bueno!!!

Felicitaciones Julia, besitoss Jóse