V e n d r á
Puede ser una tarde de sombras,
una noche de lluvia, o una
madrugada de niebla, no importa.
No la veo, pero siento que llega,
flotando, como pisando el aire,
escucho su voz, llenando de miel
mis oídos.
Yo no respondo, no tengo palabras,
sólo mi cuerpo, y el silencio,
como única respuesta.
Ya estamos juntos, y como tallo
y espina, somos uno.
4 comentarios:
Victor este poema me gustó mucho,
esa espera y esa llegada, esa fusión de tallo y espina, me encantó!!
un beso Josefina
Vìctor. me gustó el corto relato. La fusión de dos personas bien ejemplificada en el tallo y la espina. Mis saludos, Laura Beatriz Chiesa.
victor, a veces la vida vuelve hacia atras y se detiene en el ayer, aunque no sea mi caso no deja de ser un lindo recuerdo . tu poema como tantos que conozco , es hermoso.beso Beatriz
Víctor nos gustó muchísimo tu poesía y nos pareciówalter muy interesante.
Dorina- Walter
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