Alicia Zulián-Buenos Aires, Argentina/Mayo de 2010

DOLOR

Como acechanzas en la noche me persiguen
los recuerdos de tu infidelidad.
Alas negras despliegan sobre mi,
las imágenes de todo ese dolor.
¿Hasta cuándo seguirán con mi tortura?
¿No bastó ya el daño ocasionado?
¿El ver mi  rostro surcado por las lágrimas,
que marcas dejaron en mi vida?

Oh sombras, sombras...sombras.
Fuera de mi vida!  quisiera yo decir,
Pero ya mi vida por dentro está vacía.
Se ha perdido la fragancia de mi flor,
y al llegar cada día el alba,
encuentro el fantasma que me abraza
y se divierte, del dolor que mi corazón siente.

Despojaste del rosal todas sus flores,
y dejaste cada espina tan punzante
que atraviesa mi corazón sangrante
¿Hasta cuándo seguirá este delirio?
Esta locura que ha desgarrado mi alma;
si mi corazón aunque triste no sangraba,
si mis ojos aunque secos no lloraban,
y ahora mi vida desprovista está de todo,
sólo a Dios encuentro por consuelo...

Oh! pero qué estoy diciendo?
Qué blasfemia tan grande
 mi pensamiento dice.
Si sé que tengo la gracia de estar viva,
si sé que tengo los sentidos todos;
mi mente que puede razonar,
y mis ojos, que pueden ver
la acechanza de la noche más oscura,
y el amanecer más bello cada día...
y si tengo la libertad de elegir
uno, de los estados visibles a mis ojos,
elegiré el más bello,
admiraré y respetaré el más triste.

Pero vida...dame tiempo!
A que mis lágrimas salgan todas juntas,
a que el surco del dolor se borre,
a que se mitigue la angustia que me embarga.
Y entonces sí,
elegiré el mejor,
la belleza de todo el universo.

Y grandes alas de plumaje suave
y de blanco color como la nieve,
 rozarán con suavidad mi rostro,
como un susurro...
Y allí estaré yo,serena y complacida,
con pliegues tal vez,
que marcarán mi frente,
y darán testimonio de mis años.
Pero sé que esa vertiente de agua viva,
 alimenta mi espíritu sediento,
Y aprenderé cada lección con obediencia;
Gracias doy por la vida que me diste,
por el ropaje que hoy cubre mi alma herida...