sábado, 19 de junio de 2010

Leonor Farias-Buenos Aires, Argentina/Junio de 2010

Me miraste

me viste
a tus ojos
desnuda
        atravesaste mis entrañas
        y me hallaste.

Tus ojos, tus labios
tus manos, la espalda
tus muslos y los míos
la lengua
la piel
mis pies y tus palabras.

Hundiste un sello
(quedó el vestigio)
tu territorio
mi filigrana
Mi vientre y mis ancas
tu galope
el sudor los gemidos
tu semen y mi sangre
        promiscuos y unánimes.

Y ahora estás ahí
(lejos)
existís, sos
        te encontré
        me hallaste
¿Por qué mis manos no serán tu cántaro?

Del libro: La hembra

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