Habitaste la casa que te esperaba a oscura,
y encendiste las lámparas.
Pablo Nerudaque dormía
y excitaste las lámparas
de todos los rincones.
En el chisporrotear del fuego
encendiste el abrazo
y fue cada palabra
el tizón germinal que avivó
las columnas de mi sombra.
Cayó a tus pies
mi máscara
cuando se abrían todas las ventanas
y mi noche alcanzaba el torrente
generoso de la entrega.
Había cometido la locura
de aprisionar las letras de tu nombre
en el regazo quieto de una alcoba.
del libro ALEGATO ÚNICO(erótico/amoroso), en editorial.
Me gustó mucho tu poema Teresa,
ResponderEliminarbeso
Josefina Fidalgo