que te llevó a sondear por mis caminos,
recorriendo sus recodos y sus ríos
y almorzando en mis manjares y mis vinos.
He perdido mi inocencia ante tus ansias,
imperantes de placeres conocidos,
que tomaron como tuyos mis anhelos
transformando en pasión, lo maldecido.
Te erigiste como el hombre dominante
en el juego de una vida que empezaba,
saboreando el placer del caminante.
Y te erguiste ante el sueño complacido
de lujurias, ansias locas y favores,
soberano de la angustia y lo venido.
Te maldigo pues entonces por mi vida,
por mi afán, por mi ilusión, por mi demencia,
pues lograste que hace mucho, mucho tiempo,
transformaras en angustias mi inocencia.
3 comentarios:
Bella y profunda poesía donde muestra sutilmente el canto desesperado de victimas inocentes
Querida Zaidena:
Un buen poema, profundo, con buenas imágenes. Me agradó leerlo.
Mi cariño
Analía
Tan bello como triste este poema en el que la inocencia desangra su dolor en versos que desgarran ...
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