DESOLACIÓN
Camino sobre brasas
el alma pende de un hilo.
Sin palabras y sin sonidos
cruzo el desolado abismo.
De mis alas arrancadas,
de mi espada que ha caído,
de mi ser angelical que
se ha quedado
absorto en el camino.
Que lúgubre se ha vuelto
mi canto
y si es canto, desvarío.
De tanta realidad así
ha quedado
mi pobre corazón herido.
Los ojos me he vendado,
los labios me he cosido
para que no aullen mis lágrimas
los llantos del destino.
Pájaro agorero ha pasado
cubriendo con sus plumas
el camino.
Camino de sapos y serpientes,
estéril de colores y de lirios,
seca tierra que es barro partido...
Despierto en un llanto,
que triste que ha sido
ver en tal desolación
a ése ángel caído...
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