martes, 17 de agosto de 2010

Patokata-Montevideo, Uruguay/Agosto de 2010


DESOLACIÓN




Camino sobre brasas

el alma pende de un hilo.

Sin palabras y sin sonidos

cruzo el desolado abismo.

De mis alas arrancadas,

de mi espada que ha caído,

de mi ser angelical que

se ha quedado

absorto en el camino.

Que lúgubre se ha vuelto

mi canto

y si es canto, desvarío.

De tanta realidad así

ha quedado

mi pobre corazón herido.

Los ojos me he vendado,

los labios me he cosido

para que no aullen mis lágrimas

los llantos del destino.

Pájaro agorero ha pasado

cubriendo con sus plumas

el camino.

Camino de sapos y serpientes,

estéril de colores y de lirios,

seca tierra que es barro partido...

Despierto en un llanto,

que triste que ha sido

ver en tal desolación

a ése ángel caído...


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