Inquietud de pájaro
en el alma el viento de la inquietud
en el corazón el fuego de la pregunta
Carmen Martín Gaite
Sólo tener entre las manos
el tiempo esfera el tiempo péndulo
abanico que se pliega y despliega
ante los ojos absortos de la mirada
que recorre las grietas del decorado
(falaz escenografía)
para espiar a los delgados seres
que juegan en los umbrales del otro lado
¿y porqué yo acá? Pregunto
resolvé el enigma
me dice el gesto de un hijo
me dice lo otro
o esa voz sin rostro
resuelvo desde que nací
desde esta inquietud de pájaro
navegando en el destierro
- no estoy sola
aunque la soledad sea un paisaje-
tengo mis pies
que buscan hacerse raíces
para quedar erguida en el centro del vendaval
y el amor de tantos rostros
naciendo de ese arrabal
que me precede y me continuará
(vara entre dos abismos
sendero entre un vacío y otro)
tengo entre mis huesos y el tiempo
la sombra que camina mi camino
atrapada en un silencio tibio
busco su abrazo y su mirada sin ojos
para transmutar en oro
y ser aquí ahora perfil de ese otro lugar
peregrina circular lámpara solar
huella sin destino aparente
con la sola certeza
no hay preguntas sin respuestas
Esther:
ResponderEliminarLa profunda creatividad de tu poema en el planteo de un enigma, me parece maravillosa.
Felicitaciones,
Diana
Esther: ..."tengo entre mis huesos y el tiempo, la sombra que camina mi camino", excelente visón poética. Me gustó muchísimo este poema. Te abraza, Laura B.Chiesa.
ResponderEliminar