Patokata-Montevideo, Uruguay/Octubre de 2010

LIBRO MÁGICO

Despierten ya musas dormidas,
que me han arrebatado la pluma.

Han vaciado mi depósito de tinta
y esparcido, por ahí,
las letras de mi alforja.

Auxilienme hadas y duendes,
que han revestido las leyendas
y de quimeras han llenado las páginas
de mis horas muertas.

Que me haga entrega el Fauno
del libro de blancas hojas
para que las palabras mágicas
surjan sin reservas
y me muestren lo imposible,
que a los ojos simples se les niega.

Andaré por los laberintos secretos
que me guíen a la flor secreta,
ésa que está hecha de cristal
y cuyas espinas hieren los dedos maquiavélicos
de aquél que busca degradar toda belleza.

Hadas cual arcilla que a imágen
se hacen de la naturaleza,
se hacen y deshacen dándole forma a sus cuerpos
de toda criatura real ó de leyenda,
que sobre vuelan por los laberintos
que el Fauno ha mantenido ocultos en tinieblas,
guardián del portal que conduce
a las entrañas de la tierra
y que sólo la sangre inocente logra abrir
para adentrarse en los misterios que ésta encierra.

Despierten ya musas dormidas,
que quiero escribir en las hojas
del libro sin letras,
blancas hojas que predicen el destino,
oráculo cuya magia vive en las estrellas.

Entrégame Fauno el mítico libro que custodias,
el de las hojas blancas como perlas,
el que se llena cuando es la hora...
ése donde las letras mágicas
núnca se pierden y jamás se borran...