miércoles, 17 de noviembre de 2010

Josefina Fidalgo-Buenos Aires, Argentina/Noviembre de 2010

Arrastra una pena  tan antigua como secreta
              Un fermento que la consume lentamente

Pesadilla y vigilia de aniversario
              Siente la opresión de esos cuartos
                          con  aliento  a  encierro
Martillan las sombras calladas del pasado

              Desvelo de noches mustias

Sentada en el sillón de quejosos mimbres
              Sumida en  su  quietud batracia
En la casona en ruinas,  desierta  y  silenciosa
              donde todo se ve  violáceo y gris
Rememora el fantasma de aquél día,
              que espiaba su destino

Cuando las aguas  del río  revuelto y precipitado
              encontraron  aquél rostro.

5 comentarios:

  1. Hola Jose, punzante el drama de la heroína de tu poeia. Me llegó profundo. Felicitaciones y un fuerte abrazo. Trinidad

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  2. Ese rostro que tal vez no quería ver. Profundo tu poema, Josefina.

    Besossssssss

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  3. Josefina: cuánta carga emocional tiene el personaje de tu poema, mientras sigue, hamacándose, en el sillón de mimbre. Un abrazo,

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  4. pobre rostro tu rostro, sin cuerpo,sin tiempo, solo un recuerdo que se hamaca frente al mar.Lo siento en su tristeza.SALUDOS. NELIDA BEATRIZ HUALDE

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  5. Fuerte, profundo y emotivo. ¡Hermoso. Besos. Nina.

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