El guerrillero heroico
Dicen que no murió
Dicen que no sabían su nombre
vino del sur, del norte,
del este y del oeste.
Pero es cierto que vino del Sur
con su corazón anclado en Rosario.
“Corazón, coraza”, de acero y de ternura
mirada de luz, con ojos de horizonte,
manos de dar, con espigas de maíz.
de zafra, de tabaco y de caña.
Manos de apretar, dedos de accionar
“El gatillo de la luna”y del cielo.
Pies para caminar, haciendo caminos
de la América toda.
Sin que los senderos del mundo
lo detengan.
Va su legendaria boina,
las cinco puntas de su estrella justiciera
su inconfundible barba
sus ojos negros
su ancha frente, su Argentina voz
su acento cubano
lo llano de su sonrisa eterna.
Va por los senderos del canto y la alegría
él que forjó valor para la Victoria.
Dicen que no murió.
Pero ahora dicen,
que todos saben su dulce nombre,
el nombre que nombran con esperanza
todos los pueblos de la tierra
(de su libro Homenaje de amor y otras yerbas)
En nombre de América Insurrecta, donde el Che, nos señala un camino de ejemplo todos los dias. Gracias Querida Amiga Graciela Pucci, por publicar este poema publicado en varias partes del mundo.
ResponderEliminarRoberto Romeo Di Vita