lunes, 21 de marzo de 2011

Carlos López Dzur-Orange Cove, Estados Unidos/Marzo de 2011

El origen del poeta


Tú, poeta, eres y serás como cuerpo de luna amada.
Vas a heredar la muerte. Cada emoción posible y su agonía.
El relámpago abre el cielo, quizás muy brevemente,
y da la desnudez, la verdad que te mata.
O te lo explica todo.

A tí te amaré, como a tu madre.
Por eso te ofrezco la promesa; doy mi testamento.
¡Voy a revelar el origen que tienes, mi causa!

Tú quieres ver el cimiento y el semen de las cosas.
Porque así lo quisiste, te amaré.
Tú vas a verlo todo, poeta.
Lo has pedido y yo cumplo
a quienes así me solicitan.

Pedíste exactamente lo que quieres:
digno eres de luna.
«Házte mi canto con verdad desnuda».
Cántame. Y procedí con mi promesa:
Te haré profeta.

El sol que ha de matarte con su rayo te dará
el oficio misterioso. Ese es el precio.
Cántame hasta que yo te diga.

Voy a quitarte la vida de repente, voy a sacar
del vientre de tu asombro el poema pavoroso.
Tú hablarás de mis gestas y placeres.
Yo fundaré el habla de tu canto
y al don de tu tristeza,
lo transformaré en contínuas
y sucesivas alegrías.


Del libro Estéticas mostrencas y vitales

3 comentarios:

  1. CARLOS,

    SE ME PUSO LA PIEL DE GALLINA.....ESTREMECEDOR, FANTASTICO

    LUIS SIBURU

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno tu poema Carlos!!!

    Saludos Josefina

    ResponderEliminar
  3. Carlos querido.
    No es ningún secreto la admiración y el respeto que siento por tu literatura. La fluidez de tu pluma me deslumbra. Todo mi afecto, Norma

    ResponderEliminar