Un trozo de mirada cava por dentro,
corporiza antiguas confesiones,
yo, tengo miedo de estar fuera de la realidad
cuando creo no saber nada de mí
y algo aparece a desandar, los gorriones del alma.
No se que dicen estas fatigas,
ni este arrojarme a la lluvia así porque sí,
no se tal vez para huir
y no quedarme como una huérfana,
en los sitios juguetones de ayer.
No se quizás ya duelan menos las cosas
o esté distraída y no me de cuenta
que algunas palabras ya miran a la distancia
e insisten en escribir, todo lo cómplice que hay
en estos párpados abiertos de la tarde.
RAQUEL,
ResponderEliminarCUANDO TERMINE DE LEER TU PEQUEÑO POEMA, CERRÉ "los párpados abiertos de la tarde" Y ME PARECIO LEER EN LA OSCURIDAD TUS VERSOS DE SILENCIO Y SOLEDAD. ESO SIGNIFICA QUE TU MENSAJE LLEGÓ, Y ESO ES LO MEJOR QUE LE PUEDE OCURRIR A UNA POETA COMO VOS.
LUIS SIBURU
Raquelita, un bello poema que deja trasuntar todo lo que hay, más allá de los párpados. Un abrazo,
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