La conjura de los libreros I
Introducción. ( Los libreros de alma, junto a Pablo, Silvina y sus amigos resisten a los malos).
La explosión hizo volar por los aires a Silvina y a Pablo. De la vieja librería sólo quedaban astillas y rastros de libros chamuscados.
Los vecinos se levantaron sin querer abrir sus ojos de los sueños de esa madrugada, todo el frente de Macondo I, estaba negro y despedía un humo ocre y mal oliente.
Al rato llegaron los bomberos querían entrar por la fuerza y romper todo, pero el viejo José se los impidió, ya que en los fondos de la librería se guardaban tesoros y el fuego quedó a medio camino.
El viejo José los dejó actuar en la delantera del negocio y con su cuerpo protegió el fondo de Macondo I. Cuando el jefe de bomberos municipales comprobó que ese lugar estaba casi intacto y sin peligro, lo dejó hacer al viejo.
Su tropa apagó con matafuegos los focos ígneos del umbral y por respeto a los libros, no tiraron agua de sus mangueras siniestras.
El viejo José como quien observa un campo de batalla, revisó los detalles, los destrozos y las pérdidas.
No se había percatado que esa noche Pablo y Silvina pernoctaron allí.
Encontró sus apuntes en un cajón de su escritorio y comprobó que la vieja computadora todavía funcionaba; en cuanto se fueran los bomberos, calentaría el agua para el mate... (continuará).
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