jueves, 25 de abril de 2013

Michou Pourtale-Buenos Aires, Argentina/Abril de 2013


Habito cuerpos, no lugares.
Marcelo Pichón Riviére


Hado primigenio niño
en nuestro inconsciente das forma
lucidez al relámpago de la pulsión.
Allá en la entraña púrpura del confín
cripta de terciopelo fetal te acurrucas
y con arte de estratega despliegas
sobre damero un juego de la oca
que incita lanza sugerentes vocecitas
bajo el esternón cascada en clamor
agitación psicosomática comienzo
de un toma y daca anímico avatar
del cotidiano trajín cuando lo sensorial
va y vuelve el hado resulta ser absoluto
amo en el envite. Él es la intuición
maravilla su tierno hechizo que desde el tuétano
nos mueve hasta el deseo
rojo cenit cuando llega al paroxismo                                                         
el juego del niño atruena. 

                                                                       
             del libro “Damero para un Cuerpo”                                    

2 comentarios:

  1. Beatriz Minichillo26 de abril de 2013, 6:54

    complejo y profundo poema Michou

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  2. Hmmm... ya sé, psicosomático!!! Mario Bruno

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