miércoles, 23 de abril de 2014

Luis Tulio Siburu-Buenos Aires, Argentina/Abril de 2014



El 17 y la telaraña

La promesa maquiavélica
llega como desorientada.
Detrás aparecen otras.
Que se van adhiriendo.
Una a una. Forcejeando.

Discurso demagógico;
Trompadas en la tribuna;
Femicidio sin explicación;
Comentario soez y desubicado;
Masoquista llorando su destino;
Película cuasi pornográfica;
Brutal puteada innecesaria;
Robo que permanece impune;
Niño con hambre de agua;
Madre gritando sed de justicia;
Hija acusando al padre violador;
Monologuista de pseudo auto ayuda;
Ladrillos de droga alineados en el piso;
Sepelio de servidor público asesinado;
Desocupado se suicida bajo el tren;
Ocupado pícaro imprime dólares falsos;
Diecisiete desgracias, todas juntas…

El hombre entra cansado del trabajo, del viaje,
de la humedad, de la malaria…encuentra
a su hijo con ojos abiertos de asombro…
frente a la TV…

- ¡ Qué hacés con la telaraña ¡

- ¿De qué telaraña me hablás?

-¡ No te dás cuenta ¡… es un tejido de seda
pegajosa que captura insectos que merodean
cerca y que la araña luego los introduce dentro
de su embudo de tela proteica…Y vos – utilizando
tu propia telaraña – ingresás en casa esas imágenes
para hacerte mala sangre…

- Sacáte el saco papá, dáte una ducha, mamá te
 espera con la cena…yo voy a seguir mirando televisión…
es cruel, pero no puedo esconderme de la realidad…
aunque ambas me capturen con sus telarañas…

3 comentarios:

  1. Luis: la telaraña del diario vivir se nos presenta, quintuplicada, para que sean más los cadáveres que caen en ella, aunque la araña -en realidad- sólo se coma 5 ejemplares. Me gustó. UN abrazo,

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  2. Luis Tu telaraña atrapa pero no devora. Un ejemplo. Lilia

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  3. Si Luis triste realidad de estos tiempos que nos enreda en esa tela pegajosa con la preocupación, el miedo, el asombro, la impotencia.

    Muy bueno Luis

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