El 17 y la telaraña
La
promesa maquiavélica
llega
como desorientada.
Detrás
aparecen otras.
Que
se van adhiriendo.
Una
a una. Forcejeando.
Discurso
demagógico;
Trompadas
en la tribuna;
Femicidio
sin explicación;
Comentario
soez y desubicado;
Masoquista
llorando su destino;
Película
cuasi pornográfica;
Brutal
puteada innecesaria;
Robo
que permanece impune;
Niño
con hambre de agua;
Madre
gritando sed de justicia;
Hija
acusando al padre violador;
Monologuista
de pseudo auto ayuda;
Ladrillos
de droga alineados en el piso;
Sepelio
de servidor público asesinado;
Desocupado
se suicida bajo el tren;
Ocupado
pícaro imprime dólares falsos;
Diecisiete
desgracias, todas juntas…
El
hombre entra cansado del trabajo, del viaje,
de
la humedad, de la malaria…encuentra
a
su hijo con ojos abiertos de asombro…
frente
a la TV…
-
¡ Qué hacés con la telaraña ¡
-
¿De
qué telaraña me hablás?
-¡
No te dás cuenta ¡… es un tejido de seda
pegajosa
que captura insectos que merodean
cerca
y que la araña luego los introduce dentro
de
su embudo de tela proteica…Y vos – utilizando
tu
propia telaraña – ingresás en casa esas imágenes
para
hacerte mala sangre…
- Sacáte el saco papá, dáte una ducha,
mamá te
espera con la cena…yo voy a seguir mirando
televisión…
es cruel, pero no puedo esconderme de
la realidad…
aunque ambas me capturen con sus
telarañas…
Luis: la telaraña del diario vivir se nos presenta, quintuplicada, para que sean más los cadáveres que caen en ella, aunque la araña -en realidad- sólo se coma 5 ejemplares. Me gustó. UN abrazo,
ResponderEliminarLuis Tu telaraña atrapa pero no devora. Un ejemplo. Lilia
ResponderEliminarSi Luis triste realidad de estos tiempos que nos enreda en esa tela pegajosa con la preocupación, el miedo, el asombro, la impotencia.
ResponderEliminarMuy bueno Luis