VIVIENDO
Tengo un silencio clavado
en las angustias del alma,
y en ese mismo silencio
-a veces- bato mis palmas.
Camino nubes de olvido
con la cabeza cansada,
pero elevo las plegarias
que me ayudan a llevarla.
Los pies se vuelven
renuentes
a dar pasos para nada.
Trato siempre de mentirles
alentando su pisada.
Soy un carnaval sin agua,
sin albahaca y sin
guirnaldas.
Nadie adorna mis mañanas
pues el saludo me falta.
Así prosigo el camino
hasta que Dios diga basta.
Trato de limpiar malezas,
pero las fuerzas se gastan.
El tramo que está restando
sólo tiene una esperanza,
servir y seguir viviendo
para probar la templanza.
Valorar lo valorable
fue mi misión y mi meta.
Dar una mano caliente
con un plato que alimenta.
Tengo un silencio clavado
en las angustias del alma,
y en ese mismo silencio
-a veces- bato mis palmas.
Que hermoso poema Laura!!!!!
ResponderEliminarme encantó !!!!!
Muchos cariños Josefina
Buen mensaje y con poesía!Héctor
ResponderEliminarEn este ágil y fresco poema, de mi amiga Laura, descubro dos hechos : es un manifiesto que declara una actitud de vida y segundo , percibo cuanto más es ella, cuando se libra de los ajustes del soneto.
ResponderEliminarAbel Espil