SENTADA
EN UN CAFÉ
SENTADA EN UN CAFÉ,
TRADICIONAL INSTITUCIÓN
DE LOS PORTEÑOS,
VI POR LA VENTANA
EN UNA HERMOSA
TARDE SOLEADA,
GENTE APURADA,
GENTE CORRER,
SIN MIRAR,
A QUIEN A SU LADO
PASABA.
CONTEMPLÉ ROSTROS
ALEGRES
QUE REÍAN,
OTROS PREOCUPADOS,
NOTÉ CARITAS TRISTES
Y OTRAS CANSADAS.
¿DONDE IRAN?
¡TAN APRESURADOS!
¿AL HOGAR?
¿AL TRABAJO?
¿A UNA CITA, TAL
VEZ?...
MIRÉ HACIA EL
INTERIOR DEL CAFÉ.
¿CÓMO DEFINIRLO?
DA LA SENSACIÓN
DE SABOR A TANGO,
SITIO DE REUNIÓN…
PUNTO DE ENCUENTRO.
CLUB, SIN CUOTAS
NI REGLAMENTOS…
DE AMIGOS
O COMPAÑEROS.
REFUGIO DE QUIMERAS,
GUARIDA DE IDEALES
Y SUEÑOS EN VANO,
ALBERGUE DE SOLEDADES.
ÁREA DE CONQUISTAS,
SEDUCCIÓN Y, TAL VEZ,
ALGUNOS ENGAÑOS.
ESPERAS
SILENCIOSAS,
HORAS
PERDIDAS…
PARA
MUCHOS, LUGAR
DE
TRABAJO O…
LUGAR
DE ESTUDIO.
PARA
OTROS,
EXCUSA
PERFECTA
PARA
LEER EL DIARIO.
ANTES DE ALEJARME
PENSÉ…
¡TESTIGO DE CUÁNTOS
FELICES REENCUENTROS
IMPORTANTES:
DESICIONES,
CONFESIONES,
CONTRATOS,
TRISTES DESPEDIDAS…
¡Y CUÁNTOS HECHOS MÁS
ENCIERRAN LAS CÁLIDAS
PAREDES DEL VIEJO BAR-CAFÉ!
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