NORMA FORMARIANO
Título: Adán y Eva
Técnica: óleo a pincel
Medida: 80 x 100
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UN VIAJE DE
IDA Y VUELTA
Transcurrió mucho tiempo de aquél
viaje de ida y vuelta que marcó el destino de Laura.
Con tristeza se despidió de sus
seres queridos, pero con mucha ilusión viajó con sus hijos a Estados Unidos.
Allí la estaría esperando Marcos, su gran amor. Eso le daba la fuerza necesaria
para comenzar una nueva vida, lejos de su tierra querida.
Cuando llegaron al aeropuerto de
Nueva York, los esperaba un hombre extraño, diciendo que los trasladaría a Long
Island porque Marcos estaba muy
afiebrado.
Laura sorprendida, sin tener
alternativa, aceptó. Cuando de repente observa que desde la terraza del aeropuerto,
se acerca Marcos. Vestía campera de cuero negro, abundante cabello oscuro y una
mirada extraña, casi misteriosa. Saludó a los niños, sus hijos y a Laura, fríamente. Sin dar explicación alguna, ingresó
al auto, tomó el volante, y se dirigió a su departamento. Continuaba raro,
distante, frío. Algo estaba pasando
pensó Laura, sin imaginar que su estadía allí, tan lejos de su país, duraría
tan solo quince días.
Ella esperaba un encuentro muy emotivo. Marcos había viajado en busca de nuevos horizontes
para el bienestar de su familia, queriendo reunirse con ellos, en cuanto fuera
posible. Esa hermosa mañana de un
sol otoñal, Laura
comenzaba a sentirse cada vez más incómoda por la extraña actitud de Marcos. Se dejaba llevar por el colorido
paisaje de las pintorescas casas y jardines, el cielo azul, el matiz de las
hojas de los árboles y la alegría que sentía, por haber logrado al fin,
reunirse con su marido. Llegó la noche, Laura se puso su bonito ajuar, el mismo
que vistió su noche de bodas. Intentó ser cariñosa, pero Marcos no reparó
detalle alguno. Sin dejar de mirar el techo, callado, con los ojos irritados,
como queriendo contener el llanto, le confesó que había otro amor. Laura quedó
perpleja, sin entender lo que sucedía, intentó ser comprensiva, fue inútil.
Al día siguiente, Marcos fue a
trabajar. Laura y los niños fueron de compras al Shopping. Al salir ve que un
auto, a gran velocidad avanza hacia ella, como si la quisiera matar. Se corrió
a tiempo y el auto desapareció. Asustada queriendo calmar sus nervios, decidió ir a un hermoso parque cerca de allí.
Los niños jugaban y reían, mientras ella contemplaba la belleza de los árboles
que le permitían respirar aire fresco. Las aves revoloteaban en el lago, como si quisieran dar un espectáculo ante los
tristes ojos de Laura. Regresaron a la casa. Marcos continuaba igual. Los voy a
llevar a dar un paseo, les dijo. Fueron a Manhatan (otra decepción). Cierren la
ventanilla dijo, cuando se detuvieron en
el semáforo. Es muy peligroso aquí. Había gente tirada en las calles drogados, borrachos, gente de mala vida..
Después de un tiempo Laura pensó que
había sido un plan perfecto para asustarla y desilusionarla. Nos sugirió
que nos volviéramos a la Argentina. Es muy feo aquí dijo.
Yo me quedo. Laura le preguntó. ¿ No querés a tus hijos . El respondió,
ni a mi mismo me quiero_. Una inmensa
tristeza invadió el corazón de Laura. Decidió regresar a su país. Con gran
dolor preparó las maletas. El mismo los llevó al aeropuerto. El niño le
dijo _Papá vení con nosotros. El le respondió que no. Laura jamás olvidó esos ojitos llenos de
lágrimas, ni el silencio de la niña, conteniendo el llanto, sin entender el
motivo de ese viaje, de ida y vuelta.
Muy emotivo tu relato Graciela
ResponderEliminarMe gusta y celebro tu esfuerzo para lograr tus escritos.
Besos Josefina
Norma!!!! es hermosa ésta y todas tus pinturas.
ResponderEliminarFelicitaciones!!!!!
Besos Josefina
Asan y Eva es excelente
ResponderEliminarQuise decir Adán y Eva, excelente pintura!!!!!
ResponderEliminarNorma, muchas gracias por tu bellísima pintura, me gustó mucho compartirla en mi relato.
ResponderEliminarun beso Graciela Celiz