Temblor
Qué dirá el
tiempo
de este
silencio hostil
ahora que no
estás,
qué de esta
conmoción
que altera
la mansedumbre
de mis
vísceras.
Sepultada
en mi propia
intemperie
te nombro
inútilmente.
Palpo el
dolor, lo acaricio
como a un
animal indefenso
escondido en
las profundidades.
Busco tu
intensidad,
extiendo mis
manos
para
alcanzar ese débil hilo
que nos
unifica
y camino
hacia tu luz
como un
ciego
hasta que
percibo el temblor
de tu
transparencia.
Beatriz, muchas sensaciones bien logradas. Lindo poema. Te saluda,
ResponderEliminarMuchas gracias , Laura por tu comentario
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