El
hijo del presidente
De papá… ¡Todo es de papá!
No importa quién seas, importa hijo de quien sos. El hijo de papá
hace y dice lo que quiere, porque de última viene papá y paga los platos rotos.
La vida es una ruleta y hay pocos números ganadores: Seguro vas a
perder, salvo que seas un príncipe o el hijo del presidente. Depende de donde
te deje tu vida va a ser buena o un infierno, pero si no sos hija del
Rey, hay otra manera de ser princesa: ¡Casándote con el príncipe! Todo depende
de que pieza te tocó ser del ajedrez: Si te tocó ser reina o si te tocó ser
peón. En este último caso tu vida va a ser muy distinta.
Los sueños y los deseos son engaños para que por un
rato te sientas una princesa y te olvides de que sos Cenicienta, pero
tarde o temprano se hacen las 12 y el vestido se hace trapos.
Todos somos el dibujo de un pintor (Alguien decide que lugar vamos
a ocupar en la pintura).
En la vida hay dos clases de personas: Actores y espectadores. A
unos les pasa todo lo bueno, y los otros miran. El mundo es de los otros, pero
no eso que esta ahí, y parece al alcance de nosotros, pero no jamás lo
vamos a tener.
¡¡Bienvenida a Literarte!!! excelente tu texto.
ResponderEliminarMuy bueno! Y digno de celebrar tanta lucidez en una nena de 12 años.
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