HIJO
Eres
camino. Tienes un instante.
Eres
segundo y vida en ese grito.
Eres
presente y voz. Eres finito.
Eres
canción de cuna y un gigante.
Por
todo eso y más, eres distante.
Traes
pasión y risa. Traes mito.
Propones
con tu llanto y tu cuerpito
ser
un mañana pleno ya importante.
Pero
serás tal vez un andariego
que
no logre su puerto. O un labriego
que
sonríe en el fruto y la cosecha.
O
quizá no serás, porque el camino
le
impuso cierta curva a su destino
que
cercenó la línea y abrió brecha.
En este poema, Laura nos presenta, con esmerada maestría, el amor incondicional a la continuidad de nuestra vida.
ResponderEliminarAbel Espil
Un soneto donde la ternura vuelca toda su emotividad.
ResponderEliminarCariños.