Mujer con
sombrero
Sabiamente
cumple con el ritual
deja correr
el lápiz sobre su boca.
Sonríe
pensando como jugará con su inocente
impaciencia y
su postura de amante.
No le
tiemblan las manos,
que sujetan
el rimel y las sombras
Lentamente
memoriza los gestos, la mirada.
Solamente
quiere sorprenderlo
verlo agitado
la seduce,
la predispone
al beso, a las caricias.
Se ve
al espejo,
descubre a
esa mujer que día tras día
se maquilla,
se peina, se coloca el sombrero,
cómplice que
esconde cada gesto, cada suspiro
Ni siquiera
el viejo Chagall,
descifraría
esa sonrisa salvaje, impúdica.
Sale a
vivir la aventura inesperada
que le
ofrece la vida justo a las diez. . .
Un interesante poema que une erotismo y glamour aún a costa de Chagall. Besos de Lina.
ResponderEliminarBello poema que describe entre líneas esa actitud de mujer, misteriosa profunda...Lourdes Flores
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