miércoles, 20 de mayo de 2015

Fernando Rivas Castillo-Mérida, Yucatán, México/Mayo de 2015



TARDANZA

Casi tarde comprendí mamá tu sacrificio,
normal me parecía lo que hacías,
sin comprender que por amor te deshacías,
y yo pensando que cuidarme era tu oficio.

Casi tarde mamá vine a enterarme
de todas las angustias que pasabas,
si estaba enfermo de noche me velabas
porque sólo estaba tu amor para cuidarme.

Casi tarde comprendí de tus razones
sin saber que por mi culpa padecías,
no tomaba en cuenta lo que tú sufrías,
haciéndote enojar en ocasiones.

Casi tarde se tornó mi vida diferente
y comprendí el sufrimiento que pasaste,
y aquello mamá, que tú me aconsejaste,
toda mi vida lo tendré presente.

Casi tarde llorado mamá, quiero adorarte,
porque sigue tu amor como gotera
y no se como pagarte aunque quisiera
y sólo me inclino ante ti, para besarte.

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