BRILIAN, LA ÚLTIMA ESPERANZA
Greg Arsen despertaría cinco minutos
antes que el procesador doméstico, le sucedía siempre que presentía logros
importantes. Había llegado al fin la citación de presentarse en la sección NH-317
(New Horizons 317), mientras tanto aprovecharía de revisar nuevamente sus
correos, hasta que la casa comenzara a activarse. Desayunó antes de ducharse y
eligió el más nuevo de sus uniformes. Sus asistentes le criticaban su
apariencia.
- Usted se parece más al oficial de
mantenimiento que al jefe de astrofísicos - le decían.
Tomó
la vía elevada E-16 para no
atrasarse, el túnel transporter a esta hora se congestionaba demasiado. Entregó
sus credenciales en recepción y lo condujeron a la sala de espera.
-Va a tener que esperar, su reunión
es a las 9 - le dijo el oficial de guardia.
Ya
llevaban ya casi tres siglos en Marte, habían emigrado de la Tierra a fines del siglo
XXI Ésta se volvía absolutamente inhóspita por el calentamiento global, y no
había sido posible controlar las emisiones de dióxido de carbono. Las misiones
arqueológicas (que eran las únicas que todavía visitaban la tierra), reportaban
altos índices de fluoruro
de azufre y fluorocarbono
que no dejaba ni rastros de la capa de ozono. En fin, las altas temperaturas,
después de derretir los casquetes polares, habían evaporado las grandes
extensiones de agua, y la atmósfera estaba convertida en una permanente nebulosa
de vapor, no dejando pasar los rayos solares y la vegetación estaba destinada a
convertirse en fósil.
Al parecer las nuevas generaciones no habían
aprendido la lección, después de hacer maravillas tecnológicas para colonizar
Marte, como el Mirion 2100, capaz de generar una atmósfera similar a la de la
tierra, con un aire, que a pesar de tener menos oxígeno, los obreros traídos de los Andes
y los Himalayas habían
logrado aclimatarse. El Glasum fortem que lograba atrapar y concentrar hasta
los más mínimos rayos del sol y que junto al Sintec one lograban estimular los
musgos grises para producir fotosíntesis, pudiendo desarrollar las primeras
granjas agrícolas, trayendo grandes cantidades de hielo desde los polos. La Mirion pronto
desarrolló oxigenadores portátiles, para el resto de los mortales, y se
convirtió en el gigante económico de la nueva era.
Cuando colonizaron, Marte tenía una
temperatura media de -46 ° Celsius, con una máxima de 5 grados bajo cero y el
aumento de temperatura, que había sido indispensable en un principio, ahora se
había convertido en un problema. Nuevamente habría que emigrar y esta vez la
opción era más lejana, porque dentro del sistema solar sólo era posible
colonizar Plutón, el planeta enano, casi insignificante, de dimensiones
inferiores a la luna terrestre, pero era el único donde había una superficie
sólida. Greg había estado a cargo de los análisis, resultado de las misiones a
los cuatro planetas gigantes gaseosos: de Júpiter a Neptuno las posibilidades
eran ínfimas, y la Mirion
había puesto todas sus cartas a Plutón. Seguramente había que empezar por
construir refugios subterráneos, para resistir las temperaturas inferiores a
200 grados bajo cero. Cerró los ojos y se vio convertido en gobernador de una
población habitando el
subsuelo, algo así como el Rey de las hormigas.
-Señor
Arsen vamos a comenzar, pase a la sala de reuniones.
En la
cabecera de la mesa estaba el director general de la Mirion, a su lado tres de
sus asesores, en el otro extremo el ministro de desarrollo, y a su lado Annie
Ribs… ¿Qué hace ella aquí? Pensó…La Oficial
Jefe de Defensa, con quién tenía fuertes divergencias, porque
siempre cuestionaba sus informes.
El
ministro tomó la palabra: -Junto a la
Mirion hemos decidido iniciar la colonización a Plutón, como
última esperanza, antes de incursionar a otros planetas de la galaxia. Sabemos
que es una misión larga y difícil aunque, la nueva nave Brilian, puede navegar a 257.000 Kms. por hora y ello
acorta el viaje a poco más de un año. La misión será encabezada por… (Al fin pensó Greg)…La comandante Annie
Ribs, que será la encargada de dirigir las construcciones y supervisar el
desarrollo biotecnológico, para hacer habitable el planeta. Como su ayudante
hemos designado a Greg Arsen, jefe
de astrofísicos de Mirion, quién acompañará la misión y será el único que
regresará de esta tripulación.
-La Directiva lo necesita
aquí, señor Arsen y considerando que usted es soltero, puede ausentarse de casa
sin problemas- dijo su jefe. –No ponga esa cara, la gratificación será
considerable y tengo entendido que siempre ha querido viajar.
Salió algo
atontado de la reunión, su sueño de viajar cumplido, pero al mando de esa bruja
y más encima sólo para ir de ida y vuelta, le pareció injusto. Cayó como bulto en un sillón de la sala de
espera. A los 45 años todas sus ambiciones derrumbadas de golpe. Había sido un
alumno destacado en la universidad y había rechazado ofertas académicas
para ingresar a la empresa privada. Tres novias y nunca se decidió a formar
familia, para estar libre a la hora de emprender algún viaje interplanetario,
¡no lo podía creer! Pero, renunciar a estas alturas, no tenía sentido.
No supo cuánto tiempo estuvo
cavilando sobre su vida y los nefastos acontecimientos. Soy el tonto útil al
servicio de la Mirion,
pensó. Esto no se va a quedar así.
-¡Hola Greg!
- ¡Oh! Mitsy, que gusto de verte, ¿qué haces
aquí?- su ex novia de los primeros años de la facultad, que había dejado de verla
cuando ella había optado por Biotecnología, y se cambió de sede, junto al
compañero que después se convertiría en su esposo.
-Me contrataron para desarrollar las
bases agrícolas en Plutón, viajo en la Brilian ¿no te parece fantástico? Voy con mi
esposo y mis 2 niños, nos van a construir una ciudad subterránea maravillosa.
¿Y tú? no me digas que vas a participar en la misión.
-Obvio que sí, yo siempre participo
en las misiones de Mirion, soy el encargado de todos los cálculos, en esta
ocasión me ofrecieron el viaje, pero creo que no lo haré, voy a enviar a uno de mis asistentes.
-¡Ah! de paso...¡que tengan un buen
viaje.
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