lunes, 18 de enero de 2016

Marta Roldán-Italia/Enero de 2016




Cuestionario respondido por Rolando Revagliatti a Marta Roldán e instalado el 16.12.2005 en un Sitio ya no disponible en la Red.


—¿Cómo surgió su amor por la literatura?
—Primero surgió mi afición por la lectura. Y mi proclividad para con las relecturas. Al principio, de chico, libros infantiles y los del colegio, y revistas, e inclusive el diario, y también cancioneros y revistas de canciones, con las letras de las canciones e informaciones sobre ellas y sus intérpretes y autores. Ya antes de concluir la escuela primaria leía indiscriminadamente, libros de viajes, por ejemplo, y de cierto tipo de poesía popular, y, en fin, los que tenía en casa mi padre. Fue en la adolescencia cuando comencé a imbuirme de lo literario, cuando empecé a saber qué cosa es aposentarse sobre la escritura y valorar ese regodeo.

—¿Cuándo empezó a escribir?

—No creo que antes de los trece años. Sólo versos, y más bien para canciones de variada laya, cuyas melodías inventaba en simultánea.


 
 —¿Por qué escribe?

—Podrían improvisarse infinitas respuestas complementarias. Una posible: para sacudirme el agobio de los aspectos mediocres, intrascendentes, que me asolan.


 
 —¿Acerca de cuáles temas escribe?

—Acerca de muchos, casi todos, y, sin embargo, de unos pocos. De unos pocos en el sentido de que algunos caben dentro de otros, conectan. Mi libro "Ripio" aborda asuntos literarios y filosóficos, éticos, también. "Corona de calor" se ocupa del amor parejil, del desamor, de las insensateces obsesivas, de los devaneos del narcisismo, del exhibicionismo. "Pictórica" planea sobre cuadros y artistas, sus vidas e improntas. "Sopita" abarca escenas de mi familia nuclear y de mi familia fundada, la actual. "Ardua" está concebido desde varias primeras personas del femenino. "Del franelero popular" inventa o recicla refranes.


 
 —¿Inspiración o transpiración? ¿Por qué?
—Estímulos acicatean cuando uno está disponible para el acicateamiento. Y luego, aunque desde el principio, viene lo que importa: la forma, el estilo, la necesidad de dar cuenta de lo que no es posible, del todo, decir. ¿Por qué? Porque si es un escritor lo que soy, soy el que le buscará un pelo al huevo, una debilidad a Sansón. No como complaciente me posicionaré, sino como artista.


 
—¿Qué está escribiendo hoy?

—Asistemáticamente, mes tras mes van surgiendo textos, algunos de los cuales, tras trabajarlos, valido y añado a las colecciones inéditas de poemas "Viene junto con" y "Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo". Intermitentemente, corrijo o realizo nuevas versiones de textos éditos e inéditos.


 
—¿Qué está leyendo hoy?

—Estoy concluyendo la lectura del último número de "Diario de Poesía", publicación trimestral; del poemario "Tocador de realidades", del argentino Ramón Fanelli; y comencé el libro de cuentos "El instante propicio" de Rafael Beláustegui, así como el monumental volumen titulado "De la misma llama" de Darío Canton. Me aguardan, ya seleccionados y apartados, varios libros de poesía para su relectura.


 
—¿Qué movimiento literario merece su admiración? ¿Qué autor? ¿Por qué?

—No diría que en la actualidad esté atento o enganchado admirativamente a algún movimiento literario, presente o pasado. En cuanto a autores, por cierto me entusiasmo con las propuestas de muchos, locales y extranjeros. A los que admiro, los admiro "porque escriben como ellos", porque sus obras imprimen algo de un orden que antes no existía.



—¿Qué género literario prefiere (para escribir y/o para leer)?

—En los últimos años prefiero leer y escribir poesía, y leer ensayos de incumbencia literaria.



 —¿Cuál es su meta literaria en la vida?

—"Escribir como yo."


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