DOÑA CHILITA Y SUS HERMANOS
“No hay peor cuña
que la del mismo palo”
Una historia acerca de cualquier familia que puede ocurrir
en cualquier lugar del mundo.
Doña Chilita era una dama de origen español avecindada desde
pequeña en esta tierra, donde creció y formó una familia unida, pero con un
pasar no tan bueno como el de sus parientes del norte. Sus hijos crecían sanos
y robustos. Sin embargo, de la salud y bienestar de Doña Chilita, se preocupan solamente
sus hermanos Democratina y Polidoro.
Los hijos de Doña Chilita: Egidormio, Arcanio y Avianco
eran trabajadores y desinteresados, procurando que sus familias y los parientes
de ellas no sufrieran carencias. Pero permanecían en pugna con unos vecinos que
en forma permanente insistían en apropiarse de sus pertenencias.
Los hijos de Doña Democratina, en cambio se preocupan del
bienestar de Doña Chilita, rezaban y encendían velas a los Santos, celebraban
misa todos los domingos y fiestas de guardar, en gratitud, por la salud de tan
santa señora. Comían bien, a costa de los hijos de Chilita y se veían de buena
salud.
En cambio, los hijos de su hermano Polidoro,
eran rosqueros, envidiosos, traicioneros y chaqueteros. Cuando algún hijo de
Doña Chilita pretendía alcanzar un puesto dentro del grupo familiar, era
reprimido, tanto que un día se apropiaron de los bienes de Doña Chilita,
queriendo someter a sus hijos, a su entera voluntad.
Los hijos de Doña Democratina, rezaban para que estos malvados
no sepultaran a quién los alimentaba, es decir, a la señora Chilita. Fue tanto
el descaro de los hijos de Polidoro que junto a los de una vecina, la negra
caribeña y aleonados por la familia de la Rucia Tina, atacaron a golpes a Doña Chilita. La
mujer casi agonizante, le pidió a su hermana Democratina que, por favor, la
ayudara en este trance. El hijo mayor de la mujer, al ver que era sobrepasado
por la maldad de sus primos, y no teniendo fuerzas para socorrer a su tía, fue
a solicitar a los hijos de Chilita, se impusieran en defensa de su madre. Extrañamente
éstos se negaron, les dijeron que la responsabilidad de la salud de su madre, era
de sus tíos, porque siempre había sido así.
El sobrino, muy molesto se retiró. Fue a su oficina
redactó una carta para la familia, en la cuál hizo presente que las actitudes de
algunos de sus primos, acabarían con la vida de Chilita. Hecho ésto y de acuerdo
a los acontecimientos, hizo saber que retiraba su responsabilidad del caso.
En vista de tanta calamidad, y viendo el desastroso estado
de salud de la madre que amenazaba su fin, y ante la insistencia de sus primos,
los hijos de Chilita: Egidormio, Arcanio y Avianco apoyados por un primo llamado
Carasito, atacaron a los hijos de Polidoro, aterrados huyeron y se refugiaron
en casa de la negra caribeña y en la de la Rucia Tina.
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