UN HOY
Caminaba.
Pisaba con fuerza
las baldosas,
cuadriculadas de distintas
veredas,
cantidades rotas,
sacudiendo la bronca
desde el adentro,
golpeando en el afuera.
No aceptaba que te dejaran,
en manos de elitistas
marquiteneros
a través de cerebros,
formadores de dirigentes,
cómplices de papeles verdes.
Porque es verde
que lo quiero verde, así de cromático,
pero,
con la pronfundidad de LORCA.
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