Flores de la
humanidad
Las flores
sembraron sus espinas en la arena movediza. Haciendo que sus pies quedaran
inmóviles ante la pasividad de su alma,llena de dudas,miedos y melancolía.
Lo que no
sabían, es que, debajo de tanta arena, se escondía la tierra fértil para no
sólo sembrar sus espinas, sino la necesidad estéril de nunca ser.
Sin idea de
llegar a brotar en su propia miseria. Donde las manos apenas llegan a ser un
amasijo de ideas tontas para los demás e imprescindibles para él....
Murieron en el
intento de quebrantar, aquello que era movedizo. Y sin preguntar, dónde estaba
su quietud, arrojaron y arrojaron hasta acabar secos de su propia necedad.
Dejaron que su
última esperanza se fuera con su mirada, perdida y en soledad. Recordando un
antiguo perro; su primer Amor; su primer pecho besado. Recordó su grito al
cielo, esperando que todo acabe pronto.
Perdiéndose entre gritos, oídos sordos y palabras
cruzadas. Como ecos de un aula llena de voces, fueron ahogándose en sus
desvelos.
Hasta que ya no
pudo mas y dio su última sonrisa.
Mirando a una
niña que espiaba todo desde su balcón. Se miraron y comprendió que el odio es
mas fuerte que miles de piedras lanzadas al azar. Estamos perdiendo lo único
que nos queda; la necesidad de amar sin importar el precio. Solamente sentir y
dejar que todo siga su curso, como las espinas que ahora crecen bajo los pies
de aquel hombre.
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