CAMPANAS DE
BRONCE
¡Que las campanas de
bronce, bronce en las campanas llevan
albergando el
sonido viril de las mañanas!
¡Que pronto al encanto
llaman los cien badajos del día
conjurando con placer virtudes
del mediodía!
Actuando, actuada,
actuante
macerada voy en
el caldo primitivo
acuñando la moneda
suficiente
que acredite mi
existencia en el silencio
y sus polvos de oro
limitantes
Una parte de sol y otra
de viento
zumbidos de vapor,
fibras de abeja conmovida
en huellas de
miel sobre arenisca
escribiré en el plano
que me quepa
entre la rosa azul y
las espinas
luego me mudaré de piel
y todo se habrá
cumplido.
¡Galopan los rayos
venidos de oriente
con bellas monturas que
todo presienten!
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