CONDUCIR ¿QUÉ DICE ESTO DE TI?
Me encantan esos días que estás en las nubes y de repente,
sin apenas darte cuenta, te acercas a un objeto escasamente identificado. ¿Será
un OVNI? ¡Ah no! son los faros antiniebla del coche al que sigues. Perfecto,
gracias por hacerte visible, ¡cuántos habrá por la vida que les gusta pasar tan
inadvertidos que ni los encienden! ¿Para qué? Si total, ellos ven bien.
Sin pensarlo, no sé si despierto, bajo de las nubes o éstas
se han disipado. El caso es que sigo viendo luces intensas de aquellos que hace
un momento querían dejarse ver. Ahora entiendo. Todo un año sin hacer uso de
este dispositivo, con lo que les habrá costado el coche, hay que sacarle
partido, aunque molestes y dejes ciego al que tienes enfrente o detrás de ti,
eso da igual, como ellos ven bien.
Os invito a que miréis a vuestro alrededor. La cantidad de
gente que compite por hacerse notar y llamar la atención. Sin embargo, cuando
tienen la oportunidad de hacerlo no lo hacen. Da igual si giras a la derecha o
a la izquierda ¿para qué poner los intermitentes? Me pregunto si es que
confundirán cuál es cuál y para no mostrar su error ante los demás, prefieren
hacer caso omiso a esa palanquita.
Ahora que no me lee nadie, os voy a contar un truco para
hacer que corra más el que tienes delante. Eso sí, no vale pegarse a su
trasero. Bien sabemos que existen aquellos a los que les gusta el riesgo y
algún día de estos se estamparán de bruces. A lo que voy. Es tan sencillo como
ponerte a su izquierda, cuando hay varios carriles en la misma dirección claro,
y te mantienes ahí. Cuenta hasta tres, no hace falta más. En cuanto advierta tu
presencia y observe que un cochecito de 60 caballos amenaza con adelantar a sus
galopantes 120 caballos, pisará el acelerador dejándote vía libre. No falla.
Probadlo.
¿Y que pensáis de los alérgicos al carril de la derecha? Yo
pensaba que era por la época de arizónicas o gramíneas, pero no, es todo el
año. Habiendo tres carriles, ¿para qué ir por el de la derecha? Quizás
prefieran ser un cero a la izquierda, no sé, pero luego que no se quejen si les
pitan o les dan de luces.
Siempre me han encantado las muñecas llamadas “matrioskas”.
Aquellas que ibas encajando unas dentro de otras. Qué pena aquellos que no debieron
conocerlas. ¿Será por eso que no son capaces de aparcar el coche en un hueco
que tienen a pocos metros? ¿Será por eso que tienen que hacerlo en doble fila
dificultando así el paso de los que circulan? ¿O serán parientes de esos
animalitos tan monos llamados perezosos?
Quién me diga que la asignatura de dibujo no tiene que ver
nada con el conducir, siento informar que está equivocado. La diferencia entre
un trazo continuo y discontinuo en dibujo, marca la diferencia entre poder o no
poder adelantar en carretera. Es de lo más sencillo. Si alguien aún no lo
tienen claro por favor que levante la mano y pregunte, quedarse en la
ignorancia puede acabar con la vida de gente inocente.
¿Y qué pasa con los listillos de turno que en una salida o
incorporación se saltan la fila y se meten en el primer hueco que encuentren?
Pero no un hueco hacia el final, sino bien pegadito al principio. He de
reconocer que vamos espabilando y cada vez somos más quienes lo hacemos.
Habiendo gente tan agradecida, que por no pegarse al que tiene enfrente o no
dar una pitada a tiempo… ¡Cómo rechazar tal invitación a colarse! De lo más
natural del mundo.
Ahí cedemos el paso a todo el que quiera colarse, pero
cuando realmente hay que cederlo y dejar a un coche que está a la izquierda que
atraviese cuatro carriles para tomar la salida de la derecha… ahí no cedemos…
ahí hay que pasar antes que nadie. Y digo yo, no se darán cuenta que se
ahorraría tiempo cediendo el paso en lugar de estar pendiente de que no se me
arrime demasiado, a ver si me mete un arañazo al coche…
Nunca entendí a aquellos que se quedaban bloqueando en una
rotonda a los que entraban, porque su propia salida estaba llena. Pero el otro
día que me encontré en esa situación lo entendí. Mi salida a tope, me quedé en
medio de la rotonda para dejar pasar a los que se incorporaban a ella por mi
derecha. Pues el que tenía atrás debió quedarse pegado al claxon del coche
porque me estaba dejando sorda. Mira que ya le había oído, pero hasta que no se
despejó mi salida no salí. Fue entonces cuando lo comprendí. Si bloqueas te
pita el de la derecha porque no le das paso y si esperas te pita el de atrás
porque va con prisas. Pues total, si te van a pitar pasa y así no se te cuela
nadie. Lógico ¿verdad?
Pensar que el planeta es tan grande debe ser sinónimo para
algunos de poder aparcar ocupando dos plazas. Por favor, que lo que sobran son
coches no plazas de aparcamiento, ¡maniobrar un poquito si hace falta!
Hombres, mujeres de este planeta llamado mundo… ¿Qué dice
de ti, tu manera de conducir?
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