MÁTAME
¡Matame! Hazlo ahora, culmina
la sentencia celestial a causa del amor, de esto que cada día me desvanece poco
a poco, pero con una prisa sin piedad.
Estoy aquí, ante ti, adonis mío, haz lo que tengas que hacer, para terminar con este dolor en mi vientre, estos pensamientos en mi cabeza que no hacen más que pronunciar tu nombre.
Las piernas me flaquean, perdí, perdí, sí... ¡Perdí!. Eres victorioso, soy “tuya", en el sentido más noble y puro de la palabra, cometí el error de ser tu musa errante y ahora cansada de tu olvido, sólo pido suplicante mi muerte en las manos de un mortal dorado como tú, y con ello lograr la inmortalidad eterna de un amor oculto y sumiso.
Ora ante tu dios y pide perdón por mí en mi agonía, culpame de la cobardía, de guardar este secreto que pronto sabrás, soy pecadora de pensarte sin maldad, pero pervertidamente, desnudando tu alma sin tocarla.
Y es que yo, yo soy una "más".Mírate y dime ¿No lo has notado?.
Cometí el mayor de los crímenes; “Me enamoré de ti". Ahora que lo sabes redentor supremo de mi inocencia, castigame de la manera más egoísta que te plazca: Besame o apuñalame, las dos son maneras de morir, una llegando a la gloria con tus labios y la otra proclamándome diosa entre tus brazos.
Pero date prisa, que el reloj de arena pronto se agotará y yo quedaré estática por mi pecado, sólo tú, tienes el poder de deshacer el hechizo.
Si no es así ¡Matame! Y huye como el cobarde que eres, algún día podré desterrar mis sentimientos, y volveré.
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