Los árboles
Se enamoraron, no les importó la calle que
cruzaba entre los dos como un océano de adoquines, solo estiraron sus
brazos de madera , fundiendo de ese modo sus durezas .Se acariciaban
lentamente… con sus manos hojas … Y en cada
atardeceres, sus corazones de savia palpitaban con tibieza
. Con el tiempo se enredaron tantas veces y con tanta
fuerza que fueron construyendo un abrazo puente de ramas,
hojas y corteza
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