Por el cauce de todas
la sangres
navega el tiempo
trae burbujas de
memoria
mira mis labriegas
manos
en el instante
que las barreras
sobran
y el minuto olvida
surcos
hasta que el anochecer
clausura
el eclipse de mis
flores
la voz descalza
el grito sin
ausencias.
Las horas se anudan
para cubrirme
con la piel de esta
noche
y fugarme del mandato
repetido en la
lluvia
Regresaré a tiempo
para dibujar en el
horizonte
un río en el nuevo
día.
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