Escombros del invierno
Descender hacia la fuga más alta
entre angustias que ruedan sin
sentido
sobre campos de límites difusos
y calles y padecimientos y horas
desperdiciadas.
Nombrar un pájaro para apresar su
liviandad
ese lenguaje silencioso en amapolas
naciendo
(a veces ver es deshacerse de lo
antiguo).
Recuerdo aquel instante que me
justificó
cuando bailaba un vals risueño
a los pies de los escombros del
invierno
y mi amor hacía girar en el
amanecer
sus remolinos de alondras.
Ardió todo horizonte
luego vino la embriaguez en
niebla oscura
el éxtasis que cansa pero no
derrota
un delirio sanador un lento
anochecer
mi vocación de abismos.
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