¡BASTA!
Un día dije ¡Basta!
Y temblaron las paredes
Los rostros retratados
Se llenaron de asombro
Y se escondieron, desconcertados.
Un gato maulló bajo la mesa
Y las cucarachas huyeron descubiertas.
Grité basta y quedé sola,
Y entonces descubrí paredes blancas
Y pisos despojados de basura
Y el techo se elevó sobre los muros
Y se corrieron todas las cortinas
Y vi que en una nube cabalgaba
El reflejo de la luna llena
Como esperando que la acompañara.
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