EL DÍA ES UN ATENTADO
Reflexiones sobre Óleo de Roberto Matta titulado: El día es un
atentado”
El día es un atentado. Cada día, atenta
para enterrar al anterior. Cada día añade nuevas cicatrices. Cada día dibuja triángulos, círculos y líneas
paralelas. Cada día encierra las emociones en un paralelepípedo. Cada día
separa las paralelas y el tren de la vida choca. Choca y produce destellos,
confusión, estrépito. Desajuste en los bien pensados proyectos.
El día es un atentado a
nuestra inocencia porque nos percatamos de atrocidades nuevas. A nuestra buena
fe porque nos roba la confianza. A nuestra ilusión de juventud porque aparece
una nueva arruga. A nuestra placidez porque remece los cimientos de nuestra
arquitectura interior y nos descoloca.
El día es un atentado
que explosiona y cubre el cielo de pájaros negros. Es una erupción desde el
volcán del corazón que se derrama, se derrama, se derrama.
El día es un atentado
porque su luz nos ofusca, nos exalta y nos hace perder la pasividad, nos lanza
al torbellino, nos golpea, nos hace plasmar ambiciones y perspectivas para
aplastarlas y entonces deseamos la noche para no ver llegar el día. Pero él
llegará agazapado para consumar su atentado, él llegará, llegará, llegará…
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