QUIZÁS…
Quizás estaban mondando una naranja de
aroma intacto embalsamado, paladeando el pan henchido de sabores, o leyendo
tranquilamente el diario. Talvez jugaba un niño mientras la madre preparaba la
mañana alegre entrechocando cacerolas.
El profesor su clase dictaba y los
muchachos se retrataban en sus lentes. Un vecino cordial sonríe. ¡Buenos días!
Sí ¡Buenos días! Pero hay días que no son buenos…Hay una ronda en el parque,
ronda de flores y cantos. Quizás alguien estaba rezando con el pecho tranquilo
bajo las ropas pardas, o los operarios comenzando con los conos de la
hilandería girando vertiginosamente, y las sierras, cercenando el corazón de
cada tronco.
Ha cruzado
volando, un insecto, frágil, leve ligero, pero, no es un insecto cualquiera.
Quizás un súper misil extraviado, o una súper fortaleza Boeing bombardero, cuya
panza trae una carga desusada…Hay días que no son buenos, son tórridos y
lívidos cual sangre en la caldera. El sol gira sorprendido en un puñado de
niebla. Los instantes que antes eran un puñado de bolitas que saltaban
jubilosas, en una mañana cualquiera rotos fueron en ¡Solamente un minuto!
Los viejos
indefensos que tranquilamente tomaban el sol en la plaza, sin comprender nada
¡Murieron carbonizados! Los vientos huracanados quemaban la piel de los
aterrorizados transeúntes. Los cuarteles de bomberos destruidos. ¡Inútiles
fueron ante la grandiosa hoguera! La central eléctrica arrancada, los árboles
desnudos, la joven carne de los niños y los lastimosos despojos de vida corrían
por las calles…
¡Los
bramidos salvajes de agonizantes seres que las irradiaciones mutilaron los
genes hasta por tres generaciones!
¡Así ardió
cruelmente Hiroshima con la primera bomba atómica, sobre un fondo azul de un
luminoso día 16 de Agosto de 1945!
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