lunes, 27 de noviembre de 2017

Virginia Andrea LLobera-Argentina/Noviembre de 2017

POSTALES

Abrió la caja de seguridad que había en su nueva casa, después de haberse mudado y en el interior de la misma, encontró unas antiguas... más bien, prehistóricas postales de un amor añejado por el tiempo.
-¿Hace cuánto que no vive nadie acá? pensó ella para sí misma. Se dispuso a terminar de entrar sus cosas y como se sentía agotada se acostó un rato, que terminó siendo un par de horas.
Le daba vueltas la cabeza, por ese amor y por qué habían quedado esas postales allí.
A la mañana siguiente, llamó a los dueños anteriores, quienes aparentemente eran nietos de la dueña anterior, a la cual le tenían mucho aprecio y de quién era probable que fuesen esas cartas.
Pero la señora ya había fallecido, lo cual le impedía preguntarle si eran suyas y de ser así, poder devolverlas.
Volvió a su casa y leyó las fechas de las cartas. Cuando notó que eran de cincuenta años antes de la fecha en que se hallaba, leyó además la firma "ML" que coincidía con sus siglas y de repente, se envejeció, se acordó de que ya no era esa jovencita y que aquel amor, no era más que un recuerdo muy lejano de lo que una vez fue.


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