NOTAS MUSICALES EN COLORES
Florida es una de las calles con más circulación peatonal. Nadie se mira
y todos caminan apurados.
Antes de llegar a la Av. Corrientes, rumbo a Plaza San Martín, se
escuchan sonidos musicales y una voz con garraspera, pero muy potente.Es el
milagro de dos
parlantes, que enaltecen la voz de este músico callejero. que hace
treinta y cinco años, llena a Florida de notas de todos los colores.
De a poco, la rueda de oyentes , crece , mientras un estuche de guitarra
abierto con paño rojo, muestra monedas , pesos, dólares.
Algunas personas, presumo que son turistas, toma fotos y otros , acerca
sus celulares para grabar cuando Claudio canta : Saeta, Mi pueblo blanco, Hay
un niño en la calle,etc.
Claudio, sentado, acaricia su guitarra, Les genera a cada espectador. el
recreo necesario a los problemas diarios.
Cada canción ,es como si se escuchara por primera vez.
Se escucha , en esa particular voz , no solo su garraspera. también lo
que motiva al artista y transmite el autor.
Algún amigo solidario, camina entre el el público vendiendo los CD.
Una vez al acercarme a él, escuché el comentario que habían empezado
juntos con Arjona, pero la vida separó los caminos.
En forma lenta transforma los rostros de los oyentes, en seres sensibles
, emocionados.La mayoría se va ignorando que debajo de esa guitarra hay dos
piernas que no pueden caminar.
En un costado de Claudio Gonzalez . un poco alejada, junto a su mochila.
hay una silla de ruedas, apoyada a la pared.
Gracias a su guitarra, voz y algunos compañeros músicos, ha podido
lograr y mantener a una familia muy unida
Siendo adolescente, caminando por la Av, Crovara, detectó a la más
chiquita de sus diez hermanos, que se soltaba de la mano de su mamá queriendo
agarrar el globo cuando estaba volando en la Av, Todo sucedió, en pocos segundo
, él atinó a correr para agarrarlo y no se percató que un camión con acoplado,
efectuó una brusca maniobra no tocando a Tatiana, pero a Claudio lo lanzó
contra la vereda opuesta.
El arte lo ayudo a dejar las distintas drogas, las enormes borracheras
en varios tugurios del bajo de Paseo Colón.
Él nunca dejó de sonreir.
Dice que el amor de una hermosa mujer lo salvó de no matarse.
Hoy, ese hombre , graba los CD que vende en la calle Florida.
En cuantas partes del mundo, lo estarán escuchando. al hombre que toca
la guitarra, canta mucho flamenco y la sonrisa de la felicidad, está instalada
en su rostro.
La humildad y emoción de algunas estrofas, es el regalo que deja todos
los días. en esa importante calle de Bs.As., circulada por distintos tipos de
hombres y mujeres.
Emocionante y una muestra de fuerza para encarar la vida. Es muy probable que un tercero, en esta caso la mujer, te ayude a volver a vivir. Ruben
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