Diosma Patricia Davis-Julio de 2018

JUEGO DE DOS...

Estamos en un eterno juego,
tú y yo.
Un juego que nos gusta.
Que no sabemos
cuando va a terminar.
Que no tiene estipulado
un principio ni un final.
Va a seguir
hasta que los dos digamos...
Es un juego
que jugamos los dos
y que nos gusta,
porque lo necesitamos.
Un juego
que inventamos.
Un juego
de la nada...
pues yo no te tengo
y tú no me tienes;
yo no te toco
y tú no me tocas...
En esta virtualidad,
te llevo.
En esta sensación del aire,
te extraño.
En esta brisa que me llega,
te siento.
En esta madrugada,
que estoy tan sola,
te pienso...
Tal vez estés vagando
por distintos cielos,
por distintos mares,
por distintas soledades.
Mi soledad
tan aislada y eterna,
te espera...
Mientras en el amanecer,
te encuentro.
Allí lejos en el horizonte,
cuando asoma
la valentía de febo
y siento la calidez
de sus rayos...
Quizás la marea
llegue alguna vez
y me deje mecer,
dormida en su trance.
En mi barca
por las noches sueño,
con la luz de la luna
poder avistarte...
Tal vez esté cerca
de la conquista
de tus mares.
Tal vez algún día,
se distraiga el tiempo
y nos llegue a encontrar
el oleaje...