Bajo la luz de una naranja
a Reynaldo García Blanco
(Stgo.de
Cuba)
Ahí estás / haciendo piruetas
sobre el lomo de la isla
para que el espejo no se cuele entre
tus pies
a la hora del crepúsculo.
Luego te inclinas en la punta corroída
donde la luna escarda peces
y cabalga por los huesos.
(Algo me dice cuánto pesa
imaginar el ave y machucarse los ojos
con la espuma a cuestas.)
Al volver / te trepas a la danza
memoriosa
y en la esquina del patio que redime a
los almendros
dibujas una oda.
Aquí / con lluvia sobre lluvia sobre lluvia
y un sol que se quedó en naranja
mordemos nuestra sed
nos vamos devorando para no quedar sin
aire
y haciendo como que no pasa nada
tratamos de inventar un sueño.
Pero sólo atinamos a implorar
septiembre.
De la antología
argentino-cubana “Aduanas de aire”.
Agradezco a Graciela la publicación de este poema que dediqué a Reynaldo García Blanco, quien en 2017 fue galardonado con el "Premio de Poesía Casa de las Américas" y este 19 de octubre de 2018 recibió el "Premio Anual de la Crítica Literaria a los diez mejores libros publicados en Cuba durante el año 2017". Es un honor y un orgullo tener amigos de esta tesitura.
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