UN
PURPUREO INSTANTE
Sin verbos,
encontré en los amaneceres rotos
hilos de esa
esperanza perdida,
donde se
refugian los daños colaterales.
Sin
prejuicios,
dejando los
pensamientos
como
magdalenas en leche,
se abre la
ventana de la esperanza ,
y me devuelve la vida.
No me pesa
nada,
ni los
rulos,
no me pesa
la carga de los malos recuerdos,
cuando se
escurre la felicidad
entre los
dedos,
apearnos del
autobús
y buscar
otra ruta
es la
alternativa.
Sin
restricciones,
nacen
palabras,
brutales o
dulces,
libres o
escritas en tiza mil veces,
quiso ser
ave libre incluso en silencio.
No se
escandalizan los semáforos,
salvo el
color rojo
se llenaron
de amaneceres
tus ojos,
el sabor a
melocotón de tus labios,
ese es el
juego divino de los Dioses
y entre tus
brazos vuelvo
a estar en
las nubes.
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