sábado, 24 de noviembre de 2018

María del Mar Mir Romero/Noviembre de 2018


UN PURPUREO INSTANTE

Sin verbos,
encontré  en los amaneceres rotos
hilos de esa esperanza perdida,
donde se refugian los daños colaterales.

Sin prejuicios,
dejando los pensamientos
como magdalenas en leche,
se abre la ventana de la esperanza ,
y  me devuelve la vida.

No me pesa nada,
ni los rulos,
no me pesa la carga de los malos recuerdos,
cuando se escurre la felicidad
entre los dedos,
apearnos del autobús
y buscar otra ruta
es la alternativa.

Sin restricciones,
nacen palabras,
brutales o dulces,
libres o escritas en tiza mil veces,
quiso ser ave libre incluso en silencio.

No se escandalizan los semáforos, 

salvo el color rojo
se llenaron de amaneceres
tus ojos,
el sabor a melocotón de tus labios,
ese es el juego divino de los Dioses
y entre tus brazos vuelvo
a estar en las nubes.

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