Un conejo blanco y otro negro...
¡Que hermosos mis conejos!
Son el día, son la noche
como el yin y el yang.
Escarbando y saltando...
¡Que bonita parejita!
Buscan, buscan madriguera
para poner a sus crías.
Mi coneja no está vieja,
mi conejo es renegón,
pero cuando los dos juegan
yo los quiero un montón.
Tienen las orejas largas
y la colita de pompón.
Uno es blanco como nieve
y la otra en la noche no se ve.
Son felices mis conejos
cuando les doy de comer,
lechuga y zanahoria van a roer y roer.
Soy dichoso, nunca los quiero
perder.
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