Antorcha
Me alimenta más el silencio
que el grito.
El arrullo del ocaso
salpicándome de vida
me nutre más
que la lucha embravecida con sombras,
confundida
y a veces,
mal etiquetada.
Quiero sembrar a mi manera
aunque tenga mucho por andar descalza,
desprovista de veranos
y con julios punzantes en los huesos.
Me declaro desierto y campo arado.
A la par otoño y primavera.
Solitaria buscadora de paces
que no piensa interrumpir su llama.
Esa que tal vez hoy, sea breve
y nada más que chispa,
pero que mañana...
Se convertirá en antorcha.
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