Foto: Natalia Sedova |
Una leona de dos mundos
Llueve
Ya no llueve
Lo bajo sigue abajo
Lo alto más arriba
Nudos
Unas pocas palabras nuevas
Para describir lo vago
Al poco tiempo sin vigencia
Tal vez si de melocotones se tratase
O de cocoteros
Pero ni melocotones ni cocoteros a la vista
Turba que arde en el fango helado
Como de tus lobos al acecho
El trineo veloz
El disparo asamblea
Del aullido
Del silencio
El árbol que dice la crueldad
(Nunca un hábito)
Una gota de rocío en la nariz del tiempo
No hay nieve
Hay café
Aerosoles paquetes de algodón
Pelos en la sopa sin sopa
Y lluvia, siempre lluvia
Es una fiesta mojarse irremediablemente
(Peleando)
Cuchilladas aquí y allá
El poncho envuelto en el antebrazo izquierdo
No lobos
No cacería
Sin embargo vértigo suspenso
Y violencia de fantasmas
¡Estercolero de pana!
¡Almíbar de mis encías!
¡Orina sanguinolenta de mis ijares!
¿Como se penetra, se sale?
¿Como se yergue, se evade?
¿Como fotos?
¿Secas?
Niños condenados a ser feos
Sin Diablo
Y sin Febrero...
Estercolero de pana
Almíbar de mis encías
Orina sanguinolenta de mis ijares
¡Responde elegía a mis ruegos de acacia!
¡De sombra naufragando
O águila en un poste!
Quiero verla en mis ojos
¡Rojos!
No hablo de mí
¡Es nosotros!
¡Es imperativo y hacia atrás!
¡Para todo el tiempo!
Para un tiempo de lobos pumas leones
Y playas de nieve con melocotones
Natalia atraviesa el cuarto de la izquierda
(Enteramente de vidrio)
Que es el Mundo
Y abre la puerta del de la derecha
(Enteramente de plomo)
Que es el Mundo
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