Murió por una lectura rauda
Por una lectura silenciosa
Por una lectura de atrás para adelante
Por una lectura lenta y tediosa.
Lentamente se deshojan las hojas del libro
tomado de una biblioteca
Itinerante
Como los latidos de un corazón preso de arritmia.
Hay libros que no soportan ni la primera ojeada.
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