UN VAGABUNDO MUY SINCERO
En un pueblito muy lejano, vivía un vagabundo llamado Tito. Era muy sincero y tenía un gran sueño que era salir de la pobreza.
Un día caluroso y despejado decidió ir a la ciudad en busca de un trabajo. Al llegar, a lo lejos, vio una dama muy hermosa que trabajaba en un restaurante y emocionado, se le formó una sonrisa en su cara. Al llegar al restaurante, Tito cambió de expresión, tenía una cara de tristeza. La dama del restaurante lo notó y decidió llevarle un platillo de comida.
Él, sin entender que pasaba, dio un ligero suspiro y al ver que la dama le llevaba un poco de comida se le pintó una sonrisa encantadora.
Empezó a comer y a lo lejos, en el piso, vio algo extraño y decidió ir a ver que era. Pues... ¡Era una billetera, llena de dinero! La tomó y pensó: -¡Puedo ser millonario! Pero como era muy sincero, decidió buscar en las tarjetas que venían en la billetera el número de teléfono y nombre de la persona a la que le correspondía. Al llamar al número contestó una dama con voz muy hermosa, era la del restaurante.
Le agradeció a Tito por ser un vagabundo muy sincero y decidió regalarle un millón de dólares. Tito emocionado dio las gracias y se marchó.
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